El mágico brebaje.

Salgo
corro
frenéticamente
ansiosamente
desesperadamente
debo saciar mi sed
agraciados
aquellos
lunes
mi mente
no los soporta
sobriamente
no
ebriamente
tal vez
tenia esa certeza
cuando entre
en el bar
y la resolví
llega la quinta
no hay
mas recuerdo
nada mas allá
de un amanecer
ya es martes
y ya no es certeza
es seguridad
de que los lunes
son para pasarlos
en barra
cuanto mas temprano
llegue la rubia
antes se saciaran
mis dudas
por lo menos
hasta que vuelva
a verla el martes.

Miércoles, 22:45.

Mil versos rotos
bajo la noche estrellada
perdidos entre mil caladas
conciencias fuertes
diluidas
mientras el pulmón inhala
voluntad desterrada
en la colilla
que yace apagada
camaradas
abonados
a la religión de los cinco pavos
una mente brillante
sueña enclaustrada
atrapada en un inerte
desterrado en su cama
cierra los ojos
y vuela
más allá de estas paredes
busca el refugio de su imaginación
tal vez
ese fuera
su único don
viajar
sin tocar suelo.